Comencemos por esclarecer algunos conceptos fundamentales relacionados con el pH:
NIVELES DE ACIDEZ Y ALCALINIDAD
El término "pH" representa el potencial de hidrógeno, que indica la cantidad de hidrógeno presente o capaz de estar en una sustancia.
La escala de pH se extiende de 0 a 14, donde:
- 14 representa una alta alcalinidad, y
- 0 indica una alta acidez.
Así, de 0 a 6, se encuentra el rango de pH ácido; de 6 a 7, el rango neutro; y de 7 a 14, el rango alcalino.
ACIDEZ: Se refiere a la presencia de un alto nivel de hidrógeno en una sustancia. Los compuestos ácidos suelen contener una menor cantidad de oxígeno. En otras palabras:
ÁCIDO = MENOS OXÍGENO = CONDICIONES NO FAVORABLES
ALCALINIDAD: Por otro lado, denota una menor cantidad de hidrógeno en una sustancia. Los compuestos alcalinos suelen ofrecer un mayor contenido de oxígeno. Así:
ALCALINO = MÁS OXÍGENO = AMBIENTE FAVORABLE
El equilibrio interno ideal de nuestro cuerpo se sitúa en un pH de 7.4, justo en el límite entre el terreno neutro y el alcalino, lo cual es crucial para el correcto funcionamiento celular.
En el ámbito de la Naturopatía Alimentaria, la alimentación alcalina se percibe como sinónimo de "Nutrición Avanzada". Es simple de implementar y sus efectos positivos son evidentes en poco tiempo.
Por otro lado, la alimentación industrial, caracterizada por alimentos procesados, tiende a acidificar el cuerpo, lo que puede desencadenar desequilibrios y deficiencias nutricionales, acelerando el proceso de envejecimiento.
Es importante mencionar que el envejecimiento natural ya tiende a acidificar el cuerpo con el tiempo, pero este proceso puede acelerarse significativamente debido a la contaminación y los hábitos alimentarios. Los bebés, por ejemplo, tienen un pH más alcalino, mientras que los ancianos tienden a ser más ácidos.
Existen diversas causas de acidificación corporal, pero es posible contrarrestar este fenómeno mediante la alcalinización constante del cuerpo.
Nuestras células necesitan un entorno con un pH de 7.4 para sobrevivir adecuadamente. El cuerpo cuenta con mecanismos de regulación para mantener este pH constante, pero una dieta inadecuada puede provocar una acidificación excesiva, obligando al cuerpo a usar las reservas minerales, principalmente en los huesos (que son alcalinas), para compensar este desequilibrio, lo que puede desencadenar problemas de salud prematuros.
Se ha observado que las células tienden a mutar en entornos ácidos, y el cáncer, por ejemplo, prospera únicamente en ambientes ácidos. Por tanto, mantener un entorno alcalino puede ser crucial para prevenir ciertas enfermedades.
En resumen, una alimentación alcalina ayuda a neutralizar la acidez corporal, promoviendo así un equilibrio interno óptimo, una mejor oxigenación y, en última instancia, una mejor salud.
LA DIETA ALCALINA
La dieta alcalina es simple y compatible con las necesidades del organismo humano. Consiste en consumir principalmente alimentos alcalinizantes, representando al menos el 80% de la ingesta total.
Los beneficios de esta dieta son significativos:
- Potencialmente anticancerígena, puede estabilizar casos de mutación celular.
- Retarda el envejecimiento.
- Facilita la depuración del cuerpo.
- Contribuye a mantener un peso saludable.
- Favorece la limpieza intestinal.
- Ayuda a regular todas las funciones corporales.
- Fortalece el sistema inmunológico.
- Promueve una apariencia saludable y una piel radiante.
- Mejora la función neurológica.
- Reduce el estrés en el sistema nervioso.
- Aumenta la vitalidad.
GUÍA SIMPLIFICADA DE LOS ALIMENTOS SEGÚN SU EFECTO EN EL pH
ALIMENTOS ALCALINIZANTES:
Los llamados "alimentos limpios", como las frutas y verduras frescas sin cocinar, que se metabolizan fácilmente y no generan putrefacción. Consumirlos crudos preserva su efecto alcalinizante y maximiza su contenido nutricional.
ALIMENTOS NEUTROS:
Algunos alimentos, como legumbres, frutos secos, aceites no refinados y verduras cocidas, no alcalinizan pero tampoco acidifican significativamente.
ALIMENTOS ACIDIFICANTES:
Este grupo incluye carnes, pescados, lácteos, alimentos procesados y refinados, bebidas alcohólicas y azucaradas, entre otros, que contribuyen a la acidificación del cuerpo.
Al adoptar una dieta alcalina, el objetivo es reemplazar los alimentos acidificantes por opciones alcalinizantes en mayor medida. Una persona sana debería priorizar los alimentos alcalinos, mientras que aquellos con enfermedades o de mayor edad deberían hacerlo aún más para contrarrestar los efectos negativos del exceso de acidez.
En resumen, comprender y aplicar los principios de la dieta alcalina puede ser una estrategia efectiva para promover la salud y el bienestar a largo plazo. Si deseas obtener más información sobre cómo seguir una dieta alcalina, te invitamos a consultar nuestras propuestas de desayunos, almuerzos y cenas diseñadas específicamente para este propósito.